Loredo, Potes, Santillana del Mar... ¿Cuál es el pueblo más bonito de Cantabria?

Cantabria tiene tantos pueblos bonitos que a nosotros nos resulta imposible quedarnos con uno. Por eso sugerimos 5 de los más bonitos y dejamos que seas tú quién decida.
1.Santillana del Mar. Conocida como la villa de las tres mentiras (porque ni es santa, ni llana, ni tiene mar), es una de las localidades de mayor valor histórico y artístico de España. En sus empedradas calles medievales encontramos múltiples talleres artesanos y podemos degustar leche con bizcocho, la merienda típica en la villa.
2.Potes. Situada en un bello enclave junto a los Picos de Europa es famosa por sus calles empedradas y está declarada Conjunto Histórico. Además su Iglesia de San Vicente está catalogada como Monumento.
3.Comillas. Conocida por sus hermosas playas y acantilados, tiene un importante patrimonio histórico. Destaca por sus edificios medievales y barrocos, y por El Capricho, una de las pocas obras que proyectó el famosos arquitecto modernista fuera de Cataluña. Durante gran parte del siglo XIX y XX, fue uno de los lugares de veraneo elegidos por la familia real española. Y en consecuencia, de la nobleza y aristocracia española.




4.Bárcena Mayor. Es un pintoresco pueblo con un conjunto homogéneo y bien conservado de arquitectura montañesa que provoca en el visitante una sensación de retroceso en el tiempo. Fue declarado bien de interés cultural en 1980. Su iglesia de Santa María, es del siglo XVII y en ella se guarda un retablo barroco del siglo XVIII.
Bárcena Mayor es el único núcleo habitado dentro del Parque Natural de Saja-Besaya.
5.San Vicente de la Barquera. Es uno de los reclamos turísticos más importantes en Cantabria. Tiene un patrimonio natural espectacular y también un patrimonio arquitectónico importante con cinco bienes de interés cultural: Iglesia de Santa María de los Ángeles de arquitectura gótica, el antiguo convento de San Luis, el Castillo, la Torre del Preboste y la Puebla vieja.
Deborah Kerr, la famosa actriz de “De aquí a la eternidad”, pasó al menos tres veranos disfrutando del surf en las playas cántabras. Entre ellas en San Vicente de la Barquera. De hecho fue la primera mujer que practicó surf en España.